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Saber dónde y cómo excretan las hormigas no es una tarea tan sencilla como parece y requiere algo de ingenio a la hora de afrontarlo. El equipo de Tomer Czaczkes de la Universidad de Ratisbona, en Alemania, ha analizado sistemáticamente el problema por primera vez mediante un sencillo experimento consistente en introducir a una serie de hormigas en nidos prefabricados de color blanco y alimentarlas con comida teñida con rojo y azul. Gracias a los tintes, y tras varios meses de experimento, los científicos han podido observar el patrón que dejan las hormigas al defecar en las esquinas de cada cubículo.
Seguir leyendo en: El enigma de la caca de hormiga (Next)
Saber dónde y cómo excretan las hormigas no es una tarea tan sencilla como parece y requiere algo de ingenio a la hora de afrontarlo. El equipo de Tomer Czaczkes de la Universidad de Ratisbona, en Alemania, ha analizado sistemáticamente el problema por primera vez mediante un sencillo experimento consistente en introducir a una serie de hormigas en nidos prefabricados de color blanco y alimentarlas con comida teñida con rojo y azul. Gracias a los tintes, y tras varios meses de experimento, los científicos han podido observar el patrón que dejan las hormigas al defecar en las esquinas de cada cubículo.
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